viernes, 13 de abril de 2012

En la habitación.

No hay nadie, eso lo sé.
Las habitaciones se encuentran a oscuras.
La caja de música suena.
La bailarina se ha puesto a girar. Sonríe.
Las habitaciones no dejan de estar solas, solas
y en silencio, salvo una: donde se encuentra ella, pensando,
sonriendo, girando; girando su cabeza, divisando la media luz
de su habitación. No hay nadie, salvo ella, sonriendo, a oscuras,
a media luz...

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