Antes, como el cielo sin estrellas, 
las pieles estaban vacías. 
Nuestro cerebro como el universo, 
se fue formando.
Nuestra percepción fue creciendo 
y así como vemos ahora estrellas,
vemos ahora lunares. 
Nuestros lunares son los puntos 
que une la línea del tiempo. 
Son historias, 
son recuerdos. 
Tenemos lunares 
 porque tenemos 
muchas historias
que contar.
No hay persona que 
aunque sea uno
 no tenga
 o en su defecto 
una peca o  mancha.
Los lunares nos ayudan
a conocernos y 
conocer a otros,
pues por medio
 de que los
observamos
Somos curiosos
Y buscadores.
Cada lunar que
Se une por una línea 
Imaginaria hacia otro, 
nos conduce a 
un nuevo lugar 
al que antes
ni prestábamos 
atención.
Cada lunar
es una pista, 
es una señal. 
Otros dicen que 
los lunares
son pecados, 
y si lo son, 
de eso
está llena 
la historia.