viernes, 29 de abril de 2011

A mi hermana, a mi hermano... A tí!

Mi deseo no es morir con cada lágrima.
Mi deseo es renacer.

Mi deseo no es ver el sufrimiento ajeno, ni sentir el propio.

Mi deseo no es probar ni querer demostrar que soy más que alguien.
Mi deseo es poder entender y descubrir que tenemos algo en común.

Mi deseo no es dañar sino reparar.
Mi deseo es sentir que estamos en armonía.
Mi deseo es que tú te sientas en tu propia armonía, que cuando te veas al espejo, veas en ti a esa persona llena de alegría, fuerza, expresión, vitalidad, coraje; con ideas al por mayor para derrotar a quien te quiere hacer daño, de un solo golpe.

Cuando te veas al espejo no trates de encontrar defectos, como suelo hacer yo. Busca la perfección, la armonía que se cree perdida. No trates de buscar la soledad ni el rincón para llorar, no te dejes alcanzar por el qué dirán.

Ninguno somos más que otros, todos tenemos lo nuestro, lo que nos hace ser esas personas inolvidables al pasar los años, al pasar la vida.

Mi deseo es poder observar tus ojos de nuevo y sentir tranquilidad, y no ese rencor convertido en llanto, gritando por ser liberado como monstruo enjaulado.

Si alguna vez te fallé, lo siento.
Pido otra oportunidad por la fraternidad.

Pido al guardian interno y externo que abra la puerta para poder salir del umbral donde me encuentro.

Mi deseo es poder seguir viendo la Luz, la Vida y el Amor y tener la Sabiduría y la Pureza que nos hace ser símbolo de representación de la Paz (tú sabes el significado de esto, sabes a qué me refiero).


Mi deseo es que sigas brillando, no te opaques por pequeñeces, aunque parezcan grandes.


Recuerda tu...
Sexto sentido: buscar respuestas
tu Lucha de gigantes: lo que te describe
tu Polvo de hadas: energía de vivir tu cuento
tu Efecto mariposa: la confusión de la vida
tu Eso: el valor infantil y la risa adolescente
El espinazo del diablo: el no querer ser olvidado
Mi pobre diablito: tu rebeldía
El resplandor: la locura descubierta
el Eterno resplandor de una mente sin recuerdos: bloqueos emocionales
Freddy Krugger: la amenaza del sueño

...Y muchas más cosas.
En serio lo único que falta es sonreír ante la vida, ante todos.

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