He llegado a destrozar esas barreras de nuevo,
esas que eran de concreto, de ese que cuando hace frío uno se congela.
He vuelto a caminar descalza y mostrarme desnuda sin importar nada.
He conseguido escuchar mi corazón más de una vez al llegar la noche.
De pronto, he llegado a ser la chiquilla asustadiza, pero no he dejado de ser la combatiente de mis propios males.
No hay comentarios:
Publicar un comentario